Jano y las ofrendas
Jano hijo de Apolo y marido
de Tesalía, según los romanos hijo de Coelo y Hécate fue uno de los Dioses más
importantes del Panteón romano. Cuando éste Dios estuvo en edad aprestó una
flota, arribo a Italia, emprendió sus conquistas y fundó la colonia de Janícula
y construyó la civilización de los habitantes del país, principalmente por los
consejos de Saturno que se había retirado a esta comarca donde Jano le dio buena
acogida. Jano enseño a los pueblos las divisiones del año, la náutica, el uso
de la moneda, los principios de la justicia y a vivir felices bajo el amparo de
las leyes: les instruyó en el modo de honrar a los dioses en sus templos por
medio de sacrificios, a circuir las poblaciones con muros, a labrar los campos
y el cultivo de la vid. Los romanos agradecidos a éstos beneficios lo subieron
a la categoría de Dios, siéndolo también como el máximo exponente de la paz. En
sus fiestas de honor; Janualia, celebradas el 1 de enero se cubrían sus
estatuas con laureles verdes y se le ofrecía harina, sal y vino
Retroenlace
No hay comentarios:
Publicar un comentario